Historias que cruzan fronteras: Tres libros que narran la dura realidad de la migración infantil

Tijuana.- La migración infantil se ha convertido en uno de los fenómenos más complejos y dolorosos de nuestro tiempo. Miles de niñas y niños cruzan fronteras en busca de seguridad, mejores oportunidades o para reunirse con sus familias. La literatura ha respondido a esta realidad con obras que sensibilizan y generan conciencia.

Uno de los libros más conmovedores es Los niños perdidos (2016), de Valeria Luiselli. En esta obra, la autora mexicana recoge testimonios de niñas y niños migrantes centroamericanos en Estados Unidos, retratando su vulnerabilidad y la crudeza del sistema migratorio. Su lectura es fundamental para comprender la dimensión humana del problema.

El segundo título recomendado es La línea (2014), de Ann Jaramillo. Escrita para un público juvenil, esta novela cuenta la historia de dos hermanos que viajan desde México hacia Estados Unidos enfrentando múltiples riesgos. Con un lenguaje sencillo, logra transmitir la tensión y la valentía de la infancia migrante.

Otro libro destacado es Solito: A Memoir, de Javier Zamora. Un memoir publicado en 2022 que narra la historia de un niño salvadoreño de nueve años que migra solo hacia los Estados Unidos para reunirse con sus padres. La narración pone en primer plano la visión de un niño: sus miedos, esperanzas y los desafíos físicos y emocionales del camino.

Estas tres obras, aunque distintas en su forma, coinciden en poner en el centro a la niñez migrante. Ya sea desde la ficción o el testimonio, nos permiten acercarnos a realidades que muchas veces quedan invisibilizadas en los debates políticos y mediáticos.

Leer sobre migración infantil es también un ejercicio de empatía. Al entrar en contacto con las historias de estos niños, entendemos que no son cifras ni expedientes, sino vidas en movimiento que merecen dignidad y protección.

Además, estos libros cumplen una función social: educan, informan y promueven la reflexión en comunidades alejadas de la experiencia migratoria. Al hacerlo, nos recuerdan que la infancia debería estar marcada por la esperanza, no por el desarraigo ni el peligro.

ANP.