
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días entregó una donación a la organización internacional Project HOPE para fortalecer la atención médica a migrantes y deportados que se encuentran en albergues de Tijuana.
El proyecto busca mejorar la salud y el bienestar de personas en situación de movilidad que enfrentan condiciones precarias y falta de servicios básicos en la frontera norte.
Con esta iniciativa se ofrecerán consultas médicas, apoyo psicológico, medicamentos, agua potable y kits de higiene a residentes de nueve albergues de la ciudad.
“Este apoyo llega en un momento crítico, nos permitirá ofrecer atención médica, consejería psicológica y artículos de higiene a quienes hoy se encuentran en tránsito o recién deportados”, expresó Corina Martínez, directora de Project HOPE en México. .
La donación responde a una problemática creciente: de acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores, más de 80 mil mexicanos han sido deportados este año, y solo una parte ha recibido asistencia consular o médica.
El plan contempla no solo consultas médicas, sino también acompañamiento psicológico y orientación en salud preventiva para personas que enfrentan traumas, estrés o enfermedades derivadas del desplazamiento.
En los albergues participantes se instalarán equipos médicos y se distribuirán medicamentos esenciales, priorizando casos de urgencia y enfermedades respiratorias comunes entre la población migrante.
La estrategia busca brindar atención digna y cercana, evitando que las personas en movilidad tengan que desplazarse largas distancias para recibir atención básica.
Además, se promoverán espacios seguros donde las familias puedan cuidar su salud física y emocional mientras esperan regularizar su situación o continuar su camino.
La ejecución del proyecto estará a cargo de Project HOPE junto con la organización tijuanense Fronteras Unidas Pro-Salud, que aportará personal médico y experiencia en atención comunitaria.
Ambas entidades trabajarán directamente con los responsables de los refugios para garantizar que los servicios lleguen a quienes más los necesitan y sin discriminación alguna.
La colaboración permitirá atender emergencias, ofrecer consejería en salud mental y mantener una provisión constante de agua y artículos de higiene.
Este esfuerzo conjunto refleja la importancia de la cooperación entre organizaciones internacionales, religiosas y locales frente a los desafíos humanitarios que enfrenta la frontera.
ANP.
