No pudo ir a Juegos Olímpicos por falta de dinero y ahora es sensación en UFC, él es Santiago Luna

Tijuana.- No pudo ir a Juegos Olímpicos por falta de dinero y acaba de ganar más de un millón de pesos en una sola noche. Él es Santiago Luna y la forma en cómo se convirtió en uno de los peleadores más jóvenes de UFC es tan increíble que parece un milagro. Santiago nació en San Diego, pero de niño fue deportado junto con su familia y creció aquí en Tijuana. 

Aún así se convirtió en el mejor luchador de México: cuatro veces campeón nacional, clasificado a Panamericanos y Mundiales. Su destino parecía ser el tatami olímpico, pero había un gran problema, en México no basta con ser el mejor. Su familia no contaba con los recursos para viajar a torneos internacionales y México no lo apoyó. 

Clasificaba, pero no podía ir y así perdió la oportunidad de ir a Panamericanos y Mundiales, no por falta de talento, sino por falta de recursos. Por eso soñó con ser deportista y llegar a los Juegos Olímpicos, para poder darle una mejor vida a su familia sacarlos adelante y que el esfuerzo de ellos valiera la pena. Sin embargo, a medida que fue creciendo se dio cuenta de una verdad cruel, en la lucha no hay mucho dinero. 

Fue entonces que tomó la decisión que cambiaría su vida. Dejó atrás el sueño olímpico y buscó un camino más lucrativo. Si la lucha no le permitiría sacar a su familia adelante y si Javid y los wrestlers ganaban millones dominando la UFC, ¿podría él hacer lo mismo? Entonces comenzó a entrenar MMA y en un parpadeo armó una carrera perfecta. Seis peleas, seis victorias, todas por finalización. 

Un joven con sangre mexicana, disciplina de luchador y hambre de alguien que siempre tuvo que trabajar el doble. La meta estaba clara, pero con 21 años y tan pocas peleas parecía que aún faltaba tiempo y experiencia para llegar a UFC. Sin embargo, en septiembre de 2025 llegó el destino disfrazado de casualidad. 

En Noche UFC, la cartelera que celebra la independencia de México, una serie de lesiones y cambios dejaron a un peleador sin rival. A pocos días del evento necesitaban a un mexicano con permisos y visa de trabajo. Necesitaban a alguien listo de inmediato y ah estaba Santiago Luna, mexicano con 21 años quien al haber nacido en San Diego no necesitaba de visas.

Hasta aquí todo parecía perfecto, su sueño se había adelantado, sin embargo, ahora tenía que demostrarle al mundo de qué estaba hecho. Sería la pelea más difícil e importante de su vida y solo tuvo unos días para prepararse. Además de que enfrente tenía un durísimo rival con experiencia y nivel de UFC que no estaba dispuesto a dejarse vencer por el joven mexicano. 

La pelea comenzó y en cinco segundos pasó lo peor, un golpe que lo mandó a la lona. Tal vez todo esto había sido un error. Quizás Santiago debió esperar, juntar más experiencia y tener más tiempo de preparación. En ese momento todos pensaron que el mexicano sería destrozado en su debut. Sin embargo, el único que no perdió la confianza fue Santiago.

Enseguida usó su lucha para evitar más daño y se recuperó y reajustó. Los mexicanos en la arena empezaron a cantar y con esa energía Santiago sorprendió al mundo. La arena explotó. El más joven del roster, el que se supone que era wrestler, acababa de debutar con un knockout que parecía sacado de una película. El niño deportado que nunca pudo ir a mundiales por falta de recursos ahora brillaba en el escenario más grande del planeta.

Gracias a su increíble actuación, el presidente de UFC le otorgó 50 mil dólares como bono, por lo que esa noche se ganó poco más de un millón de pesos. Con apenas 21 años, Santiago Luna es la prueba de que el talento mexicano sobrevive, aunque lo abandonen, que la disciplina rompe fronteras y que a veces el camino más corto a un sueño es pelear por él.

ANP