TIJUANA, BC.- Más de 10 mil cristianos de 800 iglesias evangélicas de Mexicali, Tecate, Tijuana, San Luis Río Colorado, Los Cabos, La Paz, San Diego y Los Ángeles, reiteraron su compromiso de aportar su esfuerzo personal en la solución de los problemas más graves que padece la sociedad hoy en día, durante la «Noche de Esperanza 2025», un evento celebrado este viernes y sábado en el estadio Chevrón.
El pastor Elvis Balladares, uno de los principales promotores de esta iniciativa, subrayó la visión central del encuentro: “la unidad de la iglesia, la oración y el actuar, en lo individual, conforme a nuestra fe, como claves para la transformación de la ciudad”.
Balladares, reconocido por las convocatorias masivas de la Marcha para Jesús y la Noche de Oración dijo que las agrupaciones cristianas “creemos firmemente que solo a través de la unidad y el clamor sincero de la iglesia por las diferentes necesidades, nuestra ciudad será transformada.»
«La función de la iglesia en Tijuana, comentó, es seguir orando y creyendo que Dios tomará el control, particularmente con los temas que tanto afectan a nuestra comunidad, pero también que es importante nuestra participación como ciudadanos, respetando las leyes y reglamentos de nuestras autoridades y observando y transmitiendo los valores que nos distinguen y que nos permiten vivir en paz y armonía».
Durante la velada, se levantó una oración especial por la sanidad y la restauración, clamando por la salud de los enfermos y la restauración física y emocional; por la fortaleza familiar, orando por las familias de Tijuana, pidiendo provisión, paz y unión ante las adversidades. Asimismo por la paz y bienestar de la ciudad, un ruego por la seguridad, el desarrollo y la prosperidad de Tijuana.
Durante el evento hubo un concierto de música cristiana a cargo de los grupos Propósito con Estilo y Yadah, y se tuvo la participación del evangelista inglés Nathan Morris, quien predicó sobre los valores, la fe y nuestro propósito de vida como seres humanos, pero la «Noche de Esperanza 2025» más que un concierto o una reunión, “fue un poderoso movimiento de fe con un claro objetivo: orar fervientemente por los enfermos y por las familias que atraviesan diferentes necesidades en nuestra ciudad”, dijo Balladares.
La inseguridad, enfermedad, drogas, alcohol, hogares disfuncionales, depresión, suicidio entre otros, son los principales problemas que padecemos como sociedad, “y creo que la oración unida de las iglesias pueden hacer la diferencia”, puntualizó Elvis Balladares. “Hay cosas que son espirituales y tomar estas cargas le compete a la Iglesia”, concluyó.
