
TIJUANA.- Lo que comenzó hace 35 años como una pequeña brigada en la frontera de Tijuana, hoy es una red nacional de protección humanitaria a personas en contexto de movilidad.
Los Grupos Beta de Protección a Migrantes celebraron su aniversario reafirmando su misión: salvar vidas en las rutas migratorias de México.
Estos equipos, identificados por sus uniformes naranjas, recorren desiertos, montañas y ciudades para ayudar a quienes enfrentan hambre, accidentes o violencia durante su trayecto.
De enero a septiembre de 2025, brindaron más de 68 mil asistencias a migrantes nacionales y extranjeros, según datos del Instituto Nacional de Migración (INM).
De esas atenciones, 61 mil fueron de apoyo social, como alimentos o atención psicológica; además, realizaron 74 rescates y prestaron primeros auxilios a personas lesionadas.
En la ceremonia conmemorativa, realizada este martes en la Garita El Chaparral, Gilberto Higuera Bernal, director general de Coordinación de Oficinas de Representación del INM, recordó que el proyecto nació en esta frontera.
“En esta ciudad inició el Grupo Beta; pocos años después se crearon grupos similares hasta llegar a este conjunto de equipos distribuidos en diferentes lugares del país”, destacó.
El acto reunió a autoridades de México y Estados Unidos, y se reconoció a agentes con 10, 20 y 30 años de servicio.
También se premió a tres integrantes por fotografías tomadas durante misiones de rescate; el primer lugar fue para Ana Laura Sermeño, de Tamaulipas, y el tercero para Alejandro Salinas, coordinador del Grupo Beta Tijuana.
Con 22 equipos operando en ocho estados, los Grupos Beta mantienen viva su esencia: proteger la vida de quienes migran, sin importar su origen ni destino.